Nadie comprende las implicaciones de estar sometido a la presencia de un niño insoportable en su entorno hasta que por azar se ve atado a un espacio donde habita esta criatura.
Tal espacio es, en mi caso, el Budget Hotel.
El niño insoportable del Budget Hotel se llama Julián. Y pese a que le caigo bien, o posiblemente a causa de ello, dedica ritualmente seis horas de su vida a atormentarme.
No se trata simplemente de una persona molesta, sino de un animal loco desbordante de desenfreno psicópata. Realmente no puede controlarlo. Tiene que estar molestando permanentemente a alguien, y se esfuerza por conseguirlo sin importar que clase de resistencia uno ponga. Finalmente, a base de no oponer ninguna resistencia ni reaccionar de modo alguno a sus constantes provocaciones, que incluyen dispararme elásticos sistemáticamente con ayuda de una regla, conseguí que se resignara a que jamás iba a volver a obtener mi atención y, finalmente, dejara de molestarme. Sin embargo a partir de ese momento se dedicó con el mismo esmero a molestar a otras personas en mi presencia, estallando en pequeños accesos de cólera maníaca.
2007/07/29
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comments:
sigo diciendo q esto de los comentarios es una supresion a la libertad de expresion
pero weno
por cierto
sobre tus regaños, corajes y berrinches me sorprende,es un niño simplemente o__O y tu tienes 21, no se compara, me cae q eres emo jajaja
ntc
vive relax enrra, tomate un te y respira
Yo siempre he dicho eos sobre lo de los comentarios. Aunque a la larga, uno por las buenas o las malas lo termina aprendiendo.
En todo caso, que suetre que el niño ya no lo molesta a usted. ._. Aunque pobre gente la que debe sufrirlo, encima se llama Julián, ¡Julián! En fin, en fin, debería tratarlo como un demonio menor y no como un niño, y eso que a mi me caen bien los chiquillos.
Me encantó, nada de amores en vano, nada de filosofía, un poco de poética y simplemente un tema totalmente innovador...
Amé como lo tomaste, me encantó realmente... mágico, a ese nene hay que matarlo, y hay que tomar el elixir de su gran y excitante juventud...
Publicar un comentario