Quiero hablar sobre la telepantalla.
La telepantalla es el rostro del sistema.
La telepantalla es el rostro de la bestia.
Basta meditar un momento al respecto para comprenderlo:
El rostro de la bestia solo puede decir mentiras.
Todo cuanto dice es mentira.
Nada de lo que dice es verdad.
Porque la bestia solo sabe decir mentiras.
Todo cuanto dice es mentira.
Nada de lo que dice es verdad.
Enorme es el poder que la telepantalla tiene sobre la gran masa humana.
A caso es posible creer que un poder tan gigantesco es ajeno a la influencia de la bestia?
No: La bestia sabe con exactitud, elige con detenimiento que es lo que la telepantalla muestra. Jamás permitirá que un poder tan grande permanezca ajeno a su influencia.
La humanidad entera, como aturdida por un sortilegio de hipnosis.
Todos creyendo que conocen, que saben, que comprenden.
Todos creyendo lo que dice la telepantalla.
Todos creyendo las mentiras de la bestia.
La telepantalla manda, y ellos obedecen.
Como esclavos, como muertos vivientes.
"Que sería de nosotros sin la telepantalla?", piensan los hombres despojados de su Voluntad.
La religión hegemónica humana, la religión que ha regido sobre el mundo occidental durante mas de mil quinientos años, solo exige una cosa para dominar sus mentes: Un par de horas de culto un día a la semana.
Cuanto mas es, actualmente, el volumen de tiempo que invierte la gran masa humana en su culto al nuevo ídolo?
La fé que ellos tienen en la telepantalla, la fé que ellos tienen en el rostro de la bestia, es total.
No se ofenda usted si lo repito. Quiero que quede muy claro:
La telepantalla solo puede decir mentiras.
Porque la bestia solo sabe decir mentiras.
Todo cuanto dice es mentira.
Nada de lo que dice es verdad.
La bestia no ama a los hombres.
Lo que la bestia ama, es el sabor de la sangre humana.
Lo que ama la bestia, es el sabor de las mentes humanas.
Así es también su rostro.
Así es también la telepantalla:
Fría, como las cadenas del condenado.
Humeante, como un motor de combustión interna.
Fétida, como una pila de cadáveres.
Estéril, como la brea y el asfalto.
Tóxica, como los residuos de la industria.
La telepantalla es el rey allí donde se encuentra.
Al encenderla, sus voces atraen todas las miradas.
Todas los ojos se vuelven hacia ella cada vez que está encendida.
Viola mi mente.
Viola tu mente.
La bestia reina en todo tiempo y en todo espacio en el que se encuentre, imponente, autoritaria, la telepantalla encendida.
Así es como extiende su manto de tinieblas.
Así es como exhala su hálito venenoso.
2007/06/25
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1 comments:
Bueno, es extraña esta nueva forma de escritura que me mencionaste. Sin embargo, es muy interesante.
._.
La telepantalla,
es una bomba
que nunca estalla.
***
En todo caos, estoy de acuerdo con usted. Aunque imagino que el tema es más que nada una excusa para incurcionar en este nuev estilo.
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