Desventuras

Trabajar en un ciber puede ser algo realmente extraño. Como si el mostrador fuera una puerta dimensional que lleva a un mundo paralelo.
Se sienta uno detras de el, empuña el mouse, y de inmediato se inicia un desfile de los personajes mas absurdos, desarrollando una comedia de eventos imposibles. Entre estos eventos se destacan claramente dos categorias: Los "hechos", y los "detalles divinos".

El viejo que insulta es un ejemplo de esto. El viejo que insulta es un señor serio de edad avanzada que solia vivir en europa y a vuelto a nuestro pais. Naturalmente, en comparacion con el primer mundo, todo lo que ocurre en este mundo le resulta indignante. El personaje, caracteristico en si mismo, representa un "hecho".
Ocurre, por ejemplo, que el viejo que insulta esta en una cabina y hay una mujer en la de al lado. Sale la mujer de la cabina y le pregunto:
- Si, que cabina?
- La dos.- Me responde.

Que haria usted en esta situacion?
Por supuesto, opte por cerrar la cabina dos.

Pero naturalmente, la mujer en realidad habia estado en la cabina tres, y esto constituye un "detalle divino". La confirmacion del error no se hace esperar, porque de inmediato el viejo que insulta que estaba enfrascado en una enardecida discucion empieza a exclamar "Hola!? Hola!?".
Sale con su rostro de indignacion habitual y exige una explicacion.

- Disculpe, señor, se cerro la cabina.
- Como que me la cerraste?
- No, señor, fallo el programa. Se cerro sola.
- Esto no puede ser! Como me vas a cerrar la cabina?
- Le pido disculpas, señor, se cerro sola.
- Pero vos podes creer esto? Hace media hora que estaba intentando comunicarme con el banco **no.se.cual.banco** y recien ahora me habia atendido!!
- Bueno, señor, no puedo hacer nada. Disculpe. No le voy a cobrar la comunicacion anterior.
- Pero hace media hora que estoy tratando de comunicarme!
- Le pido mil disculpas. No puedo hacer nada mas. Se cerro solo.

El viejo que insulta entra indignado denuevo, llama indignado, insulta energicamente a la persona que lo atiende durante un rato relativamente largo, y cuando sale de la cabina me cuenta que "no puede ser esto" y que tuvo tal y cual problema con el banco. Que necesita mandarle dinero a su hija para no se que, y que estuvo tanta cantidad de tiempo --independientemente de lo tuyo, alcara-- pero que no se lo resolvieron porque esto y aquello.

- Yo vivia en Europa, sabes?- Me cuenta.
- Alla es otro mundo.- Le contesto.