En las esferas del tiempo rige el olvido, y el olvido es la ley del tiempo. Cualquiera puede afirmar lo que recuerda, pero nadie puede negar lo que ha olvidado.
Allí donde el olvido se presenta reina la incertidumbre, vertiéndose en cada grieta de la claridad de lo infinito.
Ahora bien, existe mas allá de nuestro tiempo, en el limite mismo del olvido una esfera donde convergen todas las demás, una que es una puerta hacia lo infinito. Es de todos los mundos el primero, y de el nace el concepto mismo de los mundos. Todas las esferas forman parte del Mundo ya a través de el se han poblado de espíritus y de vivientes.
Este mundo en particular merece nuestra atención porque en él existe un vinculo tan estrecho con el origen del universo, que la estética y las leyes de la física son la misma cosa. En este mundo de los orígenes la ciencia y el arte son sustituibles, y todo lo que allí ocurre parece salido de un sueño o de una canción.
Aquel que confíe en el buen sentido, creerá que me ha sido dado desenterrar las cosas del Mundo de las que depende mi naturaleza y que permanecen sumergidas en el olvido.Entra la ciencia y el arte hay una delgada brecha de ilusión. Entre la profecía y el delirio, el umbral es aun más estrecho.
2005/11/15
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario